Yo no conocía nada sobre las plantas, ni sembrarlas y mucho menos pensaba que podrías preparar medicinas con ellas. No fue hasta que en el 2010 cuando
me enferme, después de varias situaciones en el ejército, y me dolía todo.
Aumente
150 libras, estaba hinchada, roja, estaba en Esteroides, en un medicamento
intravenosos para bajar el sistema inmune, metrotexate que es una especie de
quimioterapia para las personas con Artritis Reumatoide y condiciones similares,
hasta parchos de morfina. No me sentía bien, estaba en una cama, viendo a mis
hijas crecer. Me dolía todo y en algún momento, no lo niego, perdí las
esperanzas. No quería comer, no quería salir, no quería verme en el espejo. Fue
un momento muy doloroso para mí emocionalmente además del dolor físico que
estaba sintiendo. Yo sé que no estaba bien y si quería ver a mis hijas crecer tenía
que hacer algo. Tenía una vecina que me venía a dar sobos en la cama, me traían
caldos de gallina y cuanta cosa, Me asusté mucho cuando toda la familia se
empezó a tirar fotos conmigo para guardarlas de recuerdo. Ahí decidí hacer algo
y escuche a mi esposo.
Mi esposo, que fue químico en el ejército, y yo cumplimos 13
años de matrimonio este ano, en los cuales hemos sobrevivido hasta la Guerra de
Irak. Nuestras amistades nos decían “fuma Yerba pa’ que se te quite todo eso” e
inclusive cuando me aprobaron el retiro en la milicia, mi reumatóloga me dijo “ahora
que te retiras, vete a fumar marihuana para que te ayude” pero lo tome a
relajo. Una amiga mía que es psicóloga y lo trate por primera vez fumado, pues es la manera mas facil y rapido de consumir.
Wow,
que alivio! Llore, pensé que no me merecía cierto alivio, ahora mi familia me
va a ver como una tecata, mafutera. Esto era lo único que pensaba. En los
próximos meses me di a la tarea de leer más sobre el cannabis y sus beneficios.
Mi esposo me empezó hacer jugos de frutas y vegetales frescos en casa. Leía que
el jengibre era bueno para aliviar el dolor e inflamación y empecé hacer teses
de jengibre, veía un alivio y así fue sucesivamente con el ajo, recao, yerba
buena, la cúrcuma, la ortiga, la espinaca… Mientras más buscaba en internet más
me interesaba y empecé a comprar libros. Hasta que un 14 de Febrero no necesite más mi
silla de ruedas.
El dolor estaba presente, pero conocía mi dolor, sabía que
era, que quería y que era mejor para él. Tenía una necesidad de aprender, de
saber que planta cura que, para que se usa.
Una de las mis maestras predilectas, Profesora María Benedetti,
me enseno que las plantas no son cosas para usarse, son seres vivientes que
contienen unas propiedades curativas, que sienten y escuchan que es lo que
quieres . Cuando le das más importancia y amor a una planta, tu medicina se
convierte aún más especial.
Pero este es otro tema para contar otro dia. Espero les inspire a seguir buscando su planta amiga.
Lindo dia
:) Nare Tinta Bonita
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